viernes, 14 de mayo de 2010


El tiempo es mío
hago y deshago a voluntad
...soy dios
en minúscula, claro
(y muy bajito por si alguien se molesta)

Mi tiempo es oro
yo mismo lo taso a conveniencia
su valor es incalculable
es inútil pujar por él,
(me río de las cláusulas millonarias...)
lo cobijo contra los especuladores,
que los hay ¿alguien lo duda?

Viví lo suficiente
sé qué merece la pena
pasó la época de los engaños
de las miradas ensimismadas
de los prestidigitadores y magos
de tres al cuarto.

Ahora descifro los rostros
antes incluso de encontrarme
cara a cara
con mis interlocutores
mi instinto me avisa..
mi sexto sentido me dice..
voy bien escoltado
por guardianes a mi lado
poderosos
invisibles.

No sé cuando llegaron
-silenciosos eso sí-
fueron cobrando protagonismo
hasta hacerse imprescindibles,
insobornables.

Ahora es fácil
desenmascarar las sombras,
pese a sus ropajes,
llevan la marca en la frente
emiten sonidos guturales
apenas apreciados
por el resto de los mortales

No hay comentarios:

Publicar un comentario