Rajoy y Rubalcaba, Rubalcaba y Rajoy, tanto monta monta tanto, libraron ayer el típico duelo televisivo previo al paso por las urnas. Más por costumbre que por devoción, desgranaron todas sus recursos y filigranas para hipnotizar al espectador y hacerle caer dentro de su saca. Si lo consiguieron o no tendremos pruebas el 20-N, aunque todo hace pensar que es difícil a estas alturas de la película despistar a la audiencia. Más cuando los "candidatos" (¿vendrá de cándido?) no son unos recién aterrizados. Los dos tienen un largo historial detrás suyo, habiendo copado protagonismo en nuestras vidas durante el último quinquenio. Así es difícil sorprender a nadie. Con todo es loable su persistencia en hacernos partícipes de sus buenas intenciones para con todos nosotros. Apuesto a que estas momias estarán detrás de los candidatos a las próximas elecciones generales dentro de ¿otro lustro?. El caso es que se ha instalado en la sociedad la sensación de que es preciso savia nueva para dirigir los designios de un país que necesita una "regeneración" en todos los ámbitos. Gente joven, preparada para los retos de un mundo que nada tiene que ver con la política practicada durante el último siglo. Pero ¿están estas personas dentro del ámbito de los partidos? Si nos atenemos a la desidia reinante y a la mala prensa que tienen los partidos parece que la respuesta es no. ¿Qué nos queda entonces?
No hay comentarios:
Publicar un comentario